lunes, 29 de junio de 2009

NUEVO CAPITULO

CAPITULO 8

En primera página del periódico aparecía una noticia horrible: “Mujer joven de unos 20 años de edad es encontrada muerta cerca del bosque” y seguís la noticia abajo: “fue encontrada con las ropas rasgadas y símbolos de violencia, en el cuello y muslos hay unas pequeñas marcas muy finas de las cuales los forenses no saben dar ninguna explicación de lo que son, según dicen se las podría haber hecho el agresor con una aguja”. En la portada se podía ver la imagen de las pequeñas marca, no había duda…estaban hechas por un vampiro, seguramente se la encontró por casualidad y quiso divertirse un rato, pobre chica...En ese momento la preocupación se apodero de mi, seguramente los cazadores culparían a mis amigos, ya que son los vampiros que ellos conocen que se encuentran en el bosque.

-Espero que esto no lo haya hecho alguno de tus amiguitos.-me dijo Ernesto
-No lo han hecho ellos.-
-¿Cómo estas tan segura?-me preguntó con una mirada llena de odio.
-Lo se y ya está-Antes de que Ernesto pudiera hablar su amigo el chico alto de pelo castaño del cual desconocía su nombre le impidió seguir.-¡Basta Ernesto!-le dijo con tono autoritario.-Creo que el otro día que estuvimos hablando sobre tu don no tuve el placer de presentarme, me llamo César Bandello, y tu eres Aroa Franch, ¿verdad?-
-Si.-le dije
-No estamos seguros de que hayan sido tus amigos, yo lo dudo porque no creo que sena tontos, son listos y no cometerían la estupidez de matar a alguien por aquí cerca.-
-Ni por aquí cerca ni en ningún otro lugar.-Salí a defenderlos con uñas y dientes.
-Necesitamos tu ayuda Aroa…vamos a buscar al culpable.-su tono de voz era serio
-No creo estar preparada, es todo demasiado nuevo para mi.-
-También necesitaría la ayuda de tus amigos.-
-¡¡¿Qué?!!.¿Estas loco?-dijo de repente Ernesto
-¡¡Ernesto!!, para. Ellos no son los asesinos y necesitamos a alguien que rastree al culpable o culpables. ¿Crees que podrían ayudarnos Aroa?-
-Si, supongo que si.-
-También necesitaremos la ayuda de los hombres lobos, también nos sería de gran ayuda, dile a tus amigos que hablen con ellos, se llevan bien con ellos.-
-Vale… se lo diré- Menudo nuevo descubrimiento…los hombre lobo también existían.

-Guille…he estado hablando con los cazadores y necesitan de nuestra ayuda para encontrar a los culpables…y también la de los hombres lobo…-
- Pues entonces debemos ir a avisar a los demás e irnos al bosque en busca de los hombres lobo. ¡¡Venga vamos!!.-me cogió de la mano y tiro de ella para que le siguiera.

Subimos a las habitaciones y nos dirigimos a su habitación, allí dentro estaban todos.

-¡Hola!-dijo Javier.
-Que cara lleváis…¿Qué pasa?.-preguntó María que se había percatado de nuestras caras.
-¿Habéis leído la noticia de hoy?-les pregunté
-Si, lo de la chica del bosque…es horrible…-dijo Enrique
-Bueno el caso es que los cazadores tienen sospechas de que ha sido un vampiro.-les explico Guille.
-¡¡¿Piensan que hemos sido nosotros?!!-dijo Anne con los colmillos fuera y los puños apretados con fuerza al igual que todos, estaban conteniendo su rabia.
-No. Necesitan nuestra ayuda-les dije
-Si. Necesitan de nuestra ayuda y la de los hombres lobo.-continuo Guille
-Bueno…entonces tendremos que ir al bosque a buscarlos y preguntarles si nos quieren ayudar.-dijo María
-Nos tienen que ayudar, nos deben muchos favores.-dijo Javier.
-Buenos pues vámonos.-dijo Guille e hizo una señal para que lo siguiéramos.

Salimos por el agujero de siempre y nos fuimos adentrando en el frondoso bosque, había estado nevando así que estaba cubierto de una nieve espesa, hacía mucho frío y casi no se podía andar por la cantidad de nieve que había.

-Con el frío que hace estarán en sus casas-dijo Enrique

Nos fuimos adentrando aún más en el bosque hasta que pude divisar tres casas de madera grandes y para mi gusto muy bonitas con unos grandes jardines.

-Es aquí.-me dijo Guille.
-Que casas mas hermosas.- dije entre un suspiro
-Jajajajaja!!!!...si tu lo dices!!.-dijo Guille entre una carcajada.

Nos acercamos y llamamos a la puerta de una de las tres cabañas, era la mas grande y en el exterior había una furgoneta de color blanco. Al fondo de la casa pude oír como alguien nos avisaba de que ya iba a abrirnos la puerta. Lentamente la puerta se abrió y de ella apreció un señor de unos 30 años con el pelo castaño rojizo y unos ojos verde oscuro, era alto y corpulento y tenia una pequeña cicatriz en la mejilla derecha.



-¡Que sorpresa!, hacia tiempo que no os pasabais por aquí. Pasar mi hijo esta aquí dentro se alegrará de veros.-
-¿Tiene un hijo?-le pregunté a Guille
-Si, de nuestra edad,¿Por qué?-
-¿de nuestra edad? Pero si no debe de tener más de 30 años.-
-¿Eso crees?, pues tiene 40 años, pero los licántropos se mantienen más jóvenes y más en forma que los humanos.-
-ahh…-no pude decir más por mi asombro

Entramos en el interior de la casa, era muy acogedora por dentro y nada más entrar estaba el salón y a la izquierda estaba la cocina, en el salón había una gran chimenea que estaba encendida, el otro licántropo se encontraba sentado en el sofá viendo la televisión.
-Mira Erick quienes han venido.-dijo el licántropo mayor.
-¡Hola!, cuanto tiempo chicos!!-dijo Erick entusiasmado
-¡Hola Erick!-dijo Javier
-¡Cuánto tiempo!-dijo Guille y así se fueron saludando todos hasta llegar a María, la cual se le quedó mirando con cierta vergüenza y al mismo tiempo a Erick se le pusieron los mofletes rojos.
-Hola María.-dijo con timidez
-Hola.-dijo ella también con cierta timidez

-¿A que se debe vuestra honorable visita-dijo el licántropo mayor-¿Y quien es esta joven?-refiriéndose a mi.
-Esta es Aroa, Aroa este es David.-dijo Guille
-Hola Aroa –dijo dándome la mano-encantado de conocerte.-
-Igualmente.-le contesté
-Bueno y nuestra visita se debe a que ha habido un asesinato y sospechamos que lo ha hecho un vampiro y los cazadores necesitan de nuestra ayuda para encontrar al culpable y evitar que hayan mas asesinatos.-le explicó Guille
-Bueno, pues contáis con nuestra ayuda, este lugar siempre ha sido tranquilo y no queremos que se vuelva peligroso.-dijo David
-Muchísimas gracias a los dos.-dijo Enrique
-De nada, sois nuestros amigos y os ayudaremos en lo que podamos.-dijo Erick
-Lo mismo digo, si necesitáis algo avisadnos.-
-Bueno será conveniente que organicemos una reunión con los demás licántropos y explicarles lo que ocurre.-dijo David.
-De acuerdo.-dijo Javier

Nos desplazamos hasta la parte trasera de la cabaña y llegamos a un gran salón donde había un pequeño escenario y sillas, era como un salón de conferencias. David salió al exterior e hizo sonar una gran campana para avisar a los otros. Poco a poco fueron llegando los demás y se fueron sentando en las sillas. Habían de todas las edades, algunos ya eran unos ancianos, otros eran mas pequeños que nosotros, pero a todos se les veía fuertes y sanos.

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