jueves, 18 de junio de 2009

Fria Oscuridad

PRIMER CAPITULO

Me desperté de un sobresalto…el ruido ensordecedor del despertador había hecho que diera un gran salto de la cama. Después de recuperarme del sobresalto me incorporé para empezar a vestirme, hoy era el primer día de clase…empezaba un nuevo curso en un nuevo colegio…

Llegué a un gran salón y allí estaba el director, un señor de unos 40 años, no muy alto, con barba y moreno.-el salón ese es en el que daban la bienvenida…como en casi todos los demás colegio lo que pasa que aquí lo hacían todo un poco a lo grande.
La verdad es que el instituto no estaba nada mal, estaba a las afueras de la ciudad y detrás tenía un frondoso bosque, los alumnos nos quedábamos allí a dormir, era una especia de internado, nos teníamos que levantar a las 6 de la mañana porque las clases empezaban a las 7 y media, un verdadero asco…en cada habitación dormíamos tres o cuatro alumnos, teníamos una biblioteca, un campo de futbol, otro de baloncesto, una cafetería que tenia una mesa de billar, un salón de actos en el cual también hacían actuaciones en fin de curso y una piscina.

-¡hola¡, ¿eres nueva?- me dijo una voz a mis espaldas, me giré para ver quien era. Era una chica alta, de piel clara, pelo castaño y ojos color miel. - hola. Si , soy nueva, ¿por?-dije extrañada.-yo también soy¡¡¡¡¡¡¡¡. Yo me llamo María-me dijo con un amplia sonrisa. –pues encantada, yo soy Aroa.-

Las dos hablamos durante un buen rato. Mientras hablábamos mi atención se fue hacia otro lado, un chico alto, de piel clara, de un pelo castaño oscuro y ojos marrón oscuro iba andando con otros dos chicos mas también de las mismas características, pero el era diferente, tenía algo que me atraía hacia el, algo que no comprendía.


A la hora de que nos dijeran las habitaciones tuve mucha suerte ya que me tocó con María y con otra chica.-Hola- dijo ella con una voz tímida.-Hola-le contestamos las dos a la vez.-¿Cómo te llamas?- le dije para conocerla mejor , estaba segura de que nos íbamos a llevar bien.-Anne- dijo ella.-¿ Y vosotras?-.-Yo soy María y ella es Aroa-.-Pues encantada de conoceros-.

Estuvimos hablando las tres un buen rato de porque estábamos allí y lo que nos gustaba. Las tres íbamos a ir a la misma clase así que eso me pareció genial ya que me habían caído muy bien y de esa forma ya conocería a alguien de la clase.

A la mañana siguiente sonó el timbre para levantarnos e ir a desayunar, por cierto un timbre espantoso, parecía que estuvieran matando a alguien. Nos levantamos las tres con caras de muertos vivientes, pues casi no dormimos la noche anterior porque no hicimos otra cosa que hablar. Bajamos al gran comedor y allí desayunamos, en el comedor también estaba ese chico que me había distraído durante un buen rato el día anterior, ka verdad es que no me cansaba de mirarlo, destacaba entre todos los demás chicos. Creo que se dio cuenta de que lo estaba mirando así que hice como si estuviera mirando otra cosa.

Llegamos a la clase, cual fue mi sorpresa que el estaba allí. Mierda pensé por mis adentros, así no podrían prestar toda la atención que quería a las clases así que intenté sentarme con mis amigas lo mas lejos que pude de el.

La clase era un caos, bolas de papel volando por los aires, gente corriendo…
Habían dos chicos que solo hacían que molestar se llamaban Sebas y Alex.
También había un chico muy callado que no hablaba con nadie, se llamaba Ernesto.
Ernesto era un chico tímido, y callado, de piel pálida, ojos marrones y de pelo rubio, tan rubio que tenía un brillo espectacular. No hablaba con nadie, tan solo se dedicaba a estar estudiando y leyendo algún libro.

Lo único que averigüé de el es que se llamaba Guille y que siempre estaba con los otros dos chicos de los cuales aún desconocía el nombre.


Ya había superado el primer día de clases y con éxito, me había enterado de todo y los profesores parecían bastante buenos, también los alumnos lo cual me alegró, pero con las que mejor me llevaba era con Anne y María, con Ernesto también pensé que me llevaría bien, se le veía simpático y muy dulce, no se me daban ganas de abrazarlo y tosas compartíamos la misma opinión.

Salimos fuera al descanso, era un día nublado y hacia frío para estar en el mes de septiembre y según me dijeron en pleno invierno no podemos salir fuera ya que seguramente nevaría o habrían muchas lluvias, debía de acostumbrarme al clima de la montaña. El caso es que aún haciendo este tiempo me fije que mis amigas llevaban gafas de sol y lo que me pareció mas curioso es que Guille y sus dos amigos también las llevaran.-¿Por qué lleváis gafas de sol?-después de unos segundos los cuales a mi me parecieron una eternidad me contestaron-Yo las llevo porque me molesta la claridad de la mañana-.dijo María.-Yo las llevo por llevar , mas que nada porque me gustan.-dijo Anne, esa explicación me resulto bastante razonable. Y ya no le di mas importancia.

El día pasó bastante rápido. Y llegó la oscura noche. Yo no podía dormir, sólo pensaba en como lo haría para acercarme a Guille, ¿con que excusa?, era un compañero de clase así que podría ser por cualquier cosa, pero no se me ocurría absolutamente nada…nada…mi mente no estaba por la labor así que opte por dormirme. Un sueño extraño me despertó. Yo estaba en el bosque y de repente algo saltaba sobre mi…luego nada…no pasaba nada…mi mente se quedaba en blanco y me despertaba. Lo soñé noche tras noche, me levantaba iba a clase, estaba con mis amigas, hablaba mas con Ernesto e incluso intercambie algunas palabras con Guille, hasta ya sabía como se llamaban sus dos amigos, Enrique y Javier, sin darme cuenta ya había pasado un mes.

Los profesores nos propusieron para este mes la fiesta de Halloween, se celebraría el último día de esta mes y harían una gran cena en la cual los alumnos que quisieran podían hacer algún numero musical y todos debíamos ir disfrazados, por supuesto no habría alcohol y a la 1 se habría terminado la celebración. Los alumnos además de estudiar y hacer exámenes debíamos de trabajar en la decoración y en los disfraces para ese día. Yo estaba agobiada por ese ajetreo y al parecer María y Anne también lo estaban. No teníamos casi nada de tiempo libre y cuando llegaba la noche no tenia nada de ganas de hablar. Un día a mitad de la noche me desperté y me di cuenta que mis compañeras de cuarto no estaban en sus camas así que pensé que se habrían ido al baño juntas o que no tenia sueño y para no despertarme se habían ido a otro lugar a hablar. El día siguiente transcurrió con normalidad. Luego de las clases Ernesto me dijo si quería ir a estudiar a la biblioteca y yo le dije que si.-¿Sabes hacer el ejercicio de la página 18?-le pregunté.-No , no lo entiendo muy bien la verdad…- luego de terminar los ejercicios nos fuimos a la cafetería a tomarnos algo y hablar de nuestras cosas.-¿te puedo hacer un pregunta?-me preguntó Ernesto.-Si, claro, ¿Por qué no?-¿A ti te gusta Guille verdad?-su pregunta sonó con un tono un poco serio…me quedé callada…se había dado cuenta…eso quería decir que no lo disimulaba mucho.-Si…-dije.-¿Qué le ves?.-dijo el con el mismo tono de voz de antes.-bueno…no es que me guste mucho solo me parece atractivo y ya está.-no sabía que más decirle, era algo que a el en verdad no le importaba mucho lo que yo le viera a Guille.-Ah…vale..bueno me tengo que ir que me quiero duchar. Adiós.-dijo.-Adiós.- le contesté aunque no sabia si me habría oído muy bien ya que casi no me salían las palabras al ver su reacción, era como si le molestara que me gustara Guille. El resto del día lo pasé con María y Anne. Por la noche volvía a tener el extraño sueño del bosque pero esta vez no me desperté hasta la mañana siguiente.

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