martes, 30 de junio de 2009

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CAPITULO 9

-Hola a todos.-dijo David dirigiéndose a todos los que asistieron a la reunión.-He convocado esta reunión porque nuestros amigos los vampiros nos han avisado de que hay un asesino al parecer también vampiro que se esconde por estos bosques y se alimenta de personas, los cazadores y ellos necesitan de nuestra ayuda para encontrarlo o encontrarlos.-
Un señor se levantó de su silla y se dirigió hacia David.-Yo estoy con vosotros.-dijo. Casi todos nos ofrecieron su ayuda, tan sólo los más viejos no prestaron su ayuda.



Volvimos al internado después de organizar la búsqueda del asesino, empezaríamos al día siguiente al anochecer.

-No sabía que existían los hombre lobo, aunque no me sorprendió que existieran luego de descubrir que existían los vampiros.-le dije a María-¿Tu y Erick…?-le intenté hacer una pregunta pero no sabía como continuarla.
-Yo y Erick…¿Qué?.-me dijo María
-¿A ti te gusta verdad?-por fin me salió la pregunta.
-Si…un poco…-
-Creo que tu a el también.-dije con una sonrisa
-Bueno pero lo nuestro es casi imposible…el es un licántropo y yo soy una vampira.-dijo con un tono de tristeza.
-Nada es imposible…-le intenté animar. Ella suspiró profundamente y agachó la vista sin mediar palabra, ella seguramente no pensaba lo mismo.

Al llegar al internado Anne y María se fueron a l cafetería con Javier y Enrique.

-No vayamos…-me dijo Guille-vamos a mi habitación.-dijo con un tono de niño mimado.
-Vale…pero luego bajamos aquí con ellos, me apetece que estemos todos reunidos.-
-Si tranquila bajaremos, pero luego.-


Subimos hasta su habitación y nos tumbamos en su cama abrazados. Apagó la luz y empezó a besarme de pronto vino a mi cabeza una imagen escalofriante.

-¡¡Para!!.-grité
-¿Qué pasa?.-dijo el un poco asustado
-He tenido una imagen horrible…-dije casi sin aliento
-¿Qué has visto?-me preguntó intrigado
-De normal veo cosas cuando estoy dormida pero ahora he visto algo que se que no es mi imaginación.-
-¿El que?-dijo cociéndome la mano.
-Van a matar a alguien mas…a un cazador…al amigo de Ernesto…el chico que nunca habla.-
-¿Estas segura?.-me preguntó
-Si…-
-¿Y por que le llamas el chico que nunca habla?.-
-Por que no se su nombre y nunca ha hablado conmigo.-
-Se llama Víctor y si que habla.-
-Debemos avisarlos.-dije muy segura
-Vale…voy contigo.¡Vamos!-y tiro de mi mano para que me levantara.


Nos fuimos en busca de Ernesto por todo el internado hasta que al fin lo encontramos en la biblioteca.

-¡¡Ernesto!!-grité
-¿Qué quieres?-me preguntó con un tono sarcástico
-He tenido una visión…-le dije sin aliento por lo rápido que habíamos ido
-¿Una visión?...¿desde cuando tienes visiones?-me preguntó extrañado
-Puede ser que el don haya evolucionado…-dijo Guille-tal vez porque te mordí
-¡Te dejaste morder por este?-dije Ernesto casi gritando
-Si. Bueno pero eso ahora no es lo importante…¡tu amigo Víctor está en peligro!, no dejes que vaya sólo al bosque.-
-Mierda…no…¡ya se ha ido!-dijo asustado y con la mirada perdida.
-Tenemos que ir rápido en su busca antes de que sea demasiado tarde!!!!!-y tiré de la mano de Ernesto y de Guille.
-Vale. Pero tenemos que avisar a los demás.-dijo Ernesto
-No, no hay tiempo.-dijo Guille

Salimos corriendo del internado y salimos por el ya conocido agujero del muro. Recorrimos casi todos los rincones del bosque pero no había ni rastro de el, de repente oímos un grito escalofriante Guille me subió en brazos y echó a corre detrás pero menos rápido estaba Ernesto, llegamos hasta de donde procedía el grito pero no había nadie más que el cuerpo ya sin vida de Víctor. Ernesto corrió hacia el y se agachó junto al cuerpo intentando reanimarlo y suplicándole que no muriera entre lágrimas pero no hubo remedio, Víctor ya había muerto y por culpa del asesino o asesinos que se escondían por el tenebroso bosque. Había empezado una guerra.
Llamamos a la ambulancia y nos fuimos al internado antes de que llegara. Fuimos hasta la cafetería donde estaban los demás para darles la mala noticia.
La reacción de César fue justo la que me esperaba, no lloró tan sólo se quedó callado y apretando los puños con fuerza para controlar su rabia.

-Debemos acabar con el o con ellos antes de que sea demasiado tarde.-dijo de repente.
-Estoy contigo.-dijo Guille

Ernesto seguía llorando y maldiciendo a los que le habían hecho eso a su amigo. Yo no sabía que hacer, nunca me había enfrentado a algo así, todo esto era demasiado nuevo para mi.

lunes, 29 de junio de 2009

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CAPITULO 8

En primera página del periódico aparecía una noticia horrible: “Mujer joven de unos 20 años de edad es encontrada muerta cerca del bosque” y seguís la noticia abajo: “fue encontrada con las ropas rasgadas y símbolos de violencia, en el cuello y muslos hay unas pequeñas marcas muy finas de las cuales los forenses no saben dar ninguna explicación de lo que son, según dicen se las podría haber hecho el agresor con una aguja”. En la portada se podía ver la imagen de las pequeñas marca, no había duda…estaban hechas por un vampiro, seguramente se la encontró por casualidad y quiso divertirse un rato, pobre chica...En ese momento la preocupación se apodero de mi, seguramente los cazadores culparían a mis amigos, ya que son los vampiros que ellos conocen que se encuentran en el bosque.

-Espero que esto no lo haya hecho alguno de tus amiguitos.-me dijo Ernesto
-No lo han hecho ellos.-
-¿Cómo estas tan segura?-me preguntó con una mirada llena de odio.
-Lo se y ya está-Antes de que Ernesto pudiera hablar su amigo el chico alto de pelo castaño del cual desconocía su nombre le impidió seguir.-¡Basta Ernesto!-le dijo con tono autoritario.-Creo que el otro día que estuvimos hablando sobre tu don no tuve el placer de presentarme, me llamo César Bandello, y tu eres Aroa Franch, ¿verdad?-
-Si.-le dije
-No estamos seguros de que hayan sido tus amigos, yo lo dudo porque no creo que sena tontos, son listos y no cometerían la estupidez de matar a alguien por aquí cerca.-
-Ni por aquí cerca ni en ningún otro lugar.-Salí a defenderlos con uñas y dientes.
-Necesitamos tu ayuda Aroa…vamos a buscar al culpable.-su tono de voz era serio
-No creo estar preparada, es todo demasiado nuevo para mi.-
-También necesitaría la ayuda de tus amigos.-
-¡¡¿Qué?!!.¿Estas loco?-dijo de repente Ernesto
-¡¡Ernesto!!, para. Ellos no son los asesinos y necesitamos a alguien que rastree al culpable o culpables. ¿Crees que podrían ayudarnos Aroa?-
-Si, supongo que si.-
-También necesitaremos la ayuda de los hombres lobos, también nos sería de gran ayuda, dile a tus amigos que hablen con ellos, se llevan bien con ellos.-
-Vale… se lo diré- Menudo nuevo descubrimiento…los hombre lobo también existían.

-Guille…he estado hablando con los cazadores y necesitan de nuestra ayuda para encontrar a los culpables…y también la de los hombres lobo…-
- Pues entonces debemos ir a avisar a los demás e irnos al bosque en busca de los hombres lobo. ¡¡Venga vamos!!.-me cogió de la mano y tiro de ella para que le siguiera.

Subimos a las habitaciones y nos dirigimos a su habitación, allí dentro estaban todos.

-¡Hola!-dijo Javier.
-Que cara lleváis…¿Qué pasa?.-preguntó María que se había percatado de nuestras caras.
-¿Habéis leído la noticia de hoy?-les pregunté
-Si, lo de la chica del bosque…es horrible…-dijo Enrique
-Bueno el caso es que los cazadores tienen sospechas de que ha sido un vampiro.-les explico Guille.
-¡¡¿Piensan que hemos sido nosotros?!!-dijo Anne con los colmillos fuera y los puños apretados con fuerza al igual que todos, estaban conteniendo su rabia.
-No. Necesitan nuestra ayuda-les dije
-Si. Necesitan de nuestra ayuda y la de los hombres lobo.-continuo Guille
-Bueno…entonces tendremos que ir al bosque a buscarlos y preguntarles si nos quieren ayudar.-dijo María
-Nos tienen que ayudar, nos deben muchos favores.-dijo Javier.
-Buenos pues vámonos.-dijo Guille e hizo una señal para que lo siguiéramos.

Salimos por el agujero de siempre y nos fuimos adentrando en el frondoso bosque, había estado nevando así que estaba cubierto de una nieve espesa, hacía mucho frío y casi no se podía andar por la cantidad de nieve que había.

-Con el frío que hace estarán en sus casas-dijo Enrique

Nos fuimos adentrando aún más en el bosque hasta que pude divisar tres casas de madera grandes y para mi gusto muy bonitas con unos grandes jardines.

-Es aquí.-me dijo Guille.
-Que casas mas hermosas.- dije entre un suspiro
-Jajajajaja!!!!...si tu lo dices!!.-dijo Guille entre una carcajada.

Nos acercamos y llamamos a la puerta de una de las tres cabañas, era la mas grande y en el exterior había una furgoneta de color blanco. Al fondo de la casa pude oír como alguien nos avisaba de que ya iba a abrirnos la puerta. Lentamente la puerta se abrió y de ella apreció un señor de unos 30 años con el pelo castaño rojizo y unos ojos verde oscuro, era alto y corpulento y tenia una pequeña cicatriz en la mejilla derecha.



-¡Que sorpresa!, hacia tiempo que no os pasabais por aquí. Pasar mi hijo esta aquí dentro se alegrará de veros.-
-¿Tiene un hijo?-le pregunté a Guille
-Si, de nuestra edad,¿Por qué?-
-¿de nuestra edad? Pero si no debe de tener más de 30 años.-
-¿Eso crees?, pues tiene 40 años, pero los licántropos se mantienen más jóvenes y más en forma que los humanos.-
-ahh…-no pude decir más por mi asombro

Entramos en el interior de la casa, era muy acogedora por dentro y nada más entrar estaba el salón y a la izquierda estaba la cocina, en el salón había una gran chimenea que estaba encendida, el otro licántropo se encontraba sentado en el sofá viendo la televisión.
-Mira Erick quienes han venido.-dijo el licántropo mayor.
-¡Hola!, cuanto tiempo chicos!!-dijo Erick entusiasmado
-¡Hola Erick!-dijo Javier
-¡Cuánto tiempo!-dijo Guille y así se fueron saludando todos hasta llegar a María, la cual se le quedó mirando con cierta vergüenza y al mismo tiempo a Erick se le pusieron los mofletes rojos.
-Hola María.-dijo con timidez
-Hola.-dijo ella también con cierta timidez

-¿A que se debe vuestra honorable visita-dijo el licántropo mayor-¿Y quien es esta joven?-refiriéndose a mi.
-Esta es Aroa, Aroa este es David.-dijo Guille
-Hola Aroa –dijo dándome la mano-encantado de conocerte.-
-Igualmente.-le contesté
-Bueno y nuestra visita se debe a que ha habido un asesinato y sospechamos que lo ha hecho un vampiro y los cazadores necesitan de nuestra ayuda para encontrar al culpable y evitar que hayan mas asesinatos.-le explicó Guille
-Bueno, pues contáis con nuestra ayuda, este lugar siempre ha sido tranquilo y no queremos que se vuelva peligroso.-dijo David
-Muchísimas gracias a los dos.-dijo Enrique
-De nada, sois nuestros amigos y os ayudaremos en lo que podamos.-dijo Erick
-Lo mismo digo, si necesitáis algo avisadnos.-
-Bueno será conveniente que organicemos una reunión con los demás licántropos y explicarles lo que ocurre.-dijo David.
-De acuerdo.-dijo Javier

Nos desplazamos hasta la parte trasera de la cabaña y llegamos a un gran salón donde había un pequeño escenario y sillas, era como un salón de conferencias. David salió al exterior e hizo sonar una gran campana para avisar a los otros. Poco a poco fueron llegando los demás y se fueron sentando en las sillas. Habían de todas las edades, algunos ya eran unos ancianos, otros eran mas pequeños que nosotros, pero a todos se les veía fuertes y sanos.

viernes, 26 de junio de 2009

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CAPITULO 7


Otro sueño interrumpió mis horas de descanso…esta vez estaba en el mismo bosque pero en el estaba Guille que me estaba intentando decir algo pero que apenas percibía sus palabras, me daba la vuelta y estaba Ernesto, entonces el se abalanzaba sobre mi y ahí me desperté. Seguramente el sueño me intentaba avisar de que fuera con mucho cuidado con Ernesto.

-Hoy he vuelto a tener el mismo sueño de siempre pero esta vez estaba Ernesto en el y tu Guille…y Ernesto se abalanzaba sobre mi y ahí me he despertado.-
-Vaya…¿eso quiere decir que Ernesto te atacara?-me preguntó Javier.
-No exactamente, puede que el sueño sólo me avise de que vaya con cuidado con Ernesto.-
-Si te hiciera algo…si te hiciera daño…yo no se lo que le haría…tal vez le…-dijo Guille con furia.
-¿Le matarías?...-le pregunté un poco asustada.
-Entonces eso sólo haría que empeorar las cosas.-dijo Enrique.
-Enrique tiene razón, tan sólo vayamos con cuidad con el y con sus amigos y no hagamos ninguna tontería y estaremos bien.-dijo Anne.
-Si. Mantenernos unidos estará bien.-dijo María.
-Tranquilo nadie dejará que le pase algo a tu chica.-dijo Javier con una pequeña sonrisa picarona.


Llegó el fin de semana así que podía descansar algunas horas y poder estar con mis amigos. Nos fuimos a la cafetería ya que hoy hacía sol y mis amigos vampiros no podían exponerse a la luz del sol.
Estando en la cafetería vimos llegar a Ernesto con sus otros dos amigos, se acercaron a nosotros y se dirigieron a mi directamente.
-Tengo entendido que tienes sueños premonitorios-dijo un chico alto con el pelo castaño claro y ojos marrones.
-¿Quién te ha dicho eso?-
-Lo sabemos-dijo Ernesto
De alguna forma se habían enterado de mi secreto, algo que sólo mis amigos sabían y que nunca le había contado a Ernesto.
-¿Cómo lo sabes?-
-Eso ahora no importa-dijo el chico de antes.
-Vale, si…tengo sueños premonitorios,¿y que queréis?-
-Lo que tu tienes es un don que solo un cazador de vampiros puede tener.-me dijo Ernesto
-¿Estas insinuando que soy una cazadora?-
-Si.-dijo el chico al que no conocía, no sabia su nombre, sólo sabia que iba un curso detrás de nosotros.-Tal vez sería conveniente que te unieras a nosotros.-
-No, nunca me uniría a vosotros.-
-No te vamos a obligar, tan sólo piénsalo.-dijo Ernesto, mientras el tercer chico sólo se limitaba a observarnos. Se dieron media vuelta y se fueron.
Si ya era rara ahora aun lo era mas, no tenia suficiente con tener sueños premonitorios y ser amiga de vampiros que ahora me decían que era una cazadora…de vampiros. Mis amigos se quedaron mirándome fijamente con cara de asombro.
-¿Soy…una…caza-cazadora?-no me salían las palabras y me faltaba respiración.
-Eso parece…-dijo María.
-¿Soy una de ellos?¿-dije entre lágrimas
-No. Tu no eres como ellos.-dijo de repente Guille.
-Tu puedes llegar a ser más fuerte que ellos e incluso que nosotros.-dijo Javier
-¿Cómo?.-
-Sólo hay una forma, sólo de esa forma tendrías un gran poder y serías casi inmortal. Podrías enfrentarte a cualquier criatura, serías fuerte, rápida…-me explicó Enrique-Pero sólo se podría hacer si tu quisieras…-concluyó.
-Esta bien…dime la forma…-
-La única forma es que te muerda un vampiro.-dijo Guille
-¿entonces sería una de vosotros?-
-No, serías un ser mucho más fuerte que nosotros.-me dijo Anne
-Creo que aún no estoy preparada para eso…-
-Pero cuando lo estés avisa.-dijo María.
-Vale, así lo aré.-

Vale…mis amigos me terminaban de decir que aún podía ser mas rara, genial. Tenia unas ganas tremendas de llorar, era la enemiga de mis amigos, el destino quería que yo fuera una cazadora de vampiros y mis amigos era vampiros. Desde luego algo muy malo hice en mi vida anterior para que me pasaran estas cosas…


Los días pasaron con normalidad dentro de lo anormal que era mi vida, hasta que un lunes 15 de diciembre una noticia hizo que me quedara helada, sin apenas poder reaccionar, era algo que ponía en peligro a mis amigos e incluso a mi…

jueves, 25 de junio de 2009

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CAPITULO 6

-Hace un rato me he tropezado con Ernesto…-les conté a María y a Anne mientras íbamos hacia el aula.
-¿Y que a pasado?-me preguntó María
-En pocas palabras me ha dicho que va a por vosotros y que me aleje sobretodo de Guille o terminare también muerta…-
-¡¡¿Te ha amenazado?!!...ser hijo de puta!!!...-dijo Anne casi sacando los colmillos y como si estuviera lista para atacar, daba verdadero miedo ver a un vampiro enfadado.
-Le he dicho que no os haga nada ya que vosotros no os alimentáis de humanos pero ha dicho que eso a el le da igual porque eso no significa que dejéis de ser vampiros.-les expliqué.
-Sabíamos que nos tenían vigilados por si atacábamos a alguien pero no sabía que pretendían matarnos sin haber hecho algo.-Dijo Anne
-Tal vez…tal vez sea porque estas con Guille y no con el, y por eso te ha dicho eso, para asustarte y que te alejes de el.-me dijo María
-¿Me estas diciendo que el quiere algo conmigo y porque no estoy con el me amenaza con haceros daño?...esto es increíble…me va a oír!!!-
-¡¡No!!...no digas nada o le enfadarás…ellos no son normales…descienden de una raza superior a todos los demás humanos, digamos que son humanos pero algo especiales, no es bueno enfadarles…-me explicó María
-Yo tampoco soy muy normal…-
-Bueno eso es verdad, vas con vampiros-dijo Anne
-No…no es eso…yo algunas veces desde pequeña…tengo sueños premonitorios…muchas veces no llegan a ser del todo ciertos, otras me enseñan lo que va a pasar en realidad y otras son simples sueños como puede tener cualquier persona.-
-¿Algún sueño tuyo te avisó de lo nuestro?-me preguntó Anne
-No…pero llevo varias noches soñando con el bosque y que algo me ataca, pero nunca llego a ver lo que es…-
-Pues igual es mejor que no vayamos al bosque…-dijo María

Tenían razón mejor sería no tentar la suerte y mantenerme lejos del bosque.

-¿Y que voy a hacer con Ernesto?-
-No lo se…pero por lo nuestro no te preocupes no nos tocara un pelo si no hacemos daño a nadie, va contra las normas dictadas…-me explicó Anne.
-Si, si no se quiere meter en un buen lío mejor será que no nos haga nada.-dijo María
-Nunca hubiera pensado que podría ser tan desagradable, no creía que fuera así.-
Tampoco pensabas que nosotros éramos vampiros, ¿verdad?-dijo Anne
-Verdad…-
La mañana transcurrió con normalidad y Ernesto no me volvió a decir nada en todo el día.
No entendía como una persona aparentemente buena podía comportarse como un monstruo, pero también podía decir eso de mi…tenia sueños premonitorios y encima era amiga de vampiros…el podía pensar lo mismo de mi.

Por la tarde María y Anne nos dejaron el cuarto a mi y a Guille para nosotros dos solos. Nos tumbamos en la cama abrazados, sus brazos era duros y fuertes y su piel era muy suave y fría.
-Ya me han contado lo de Ernesto…-
-Si…me lo esperaba…-
-¿Por qué no me lo has contado?...-
-No lo se…la verdad…-
-Tranquila, el nunca te pondrían una mano encima.-
-¿Y a ti?-
-Mientras no me alimente de humanos no nos pueden decir nada.-
-No soportaría perderte…-
-No me perderás, de eso puedes estar segura, siempre estaré contigo.-
-Pero yo no.-
-¿A que te refieres?-
-A que soy humana y si no es que me convierto en una de vosotros no podre estar muchos años contigo.-
-De eso es algo que tendremos que hablar más adelante…tienes que estar muy segura.-
-¿Y si ya lo estoy?-
-Aún es pronto. Más adelante hablaremos de eso, ahora estamos bien así, además si te convierto puede ser que Ernesto si que nos haga daño…-
-Supongo que tienes razón.-
-Dame un beso-me dijo mientras se acercaba a mi. Y así lo hice.
-Hagámoslo otra vez.-le dije-Quiero hacerlo ahora aquí.-
Lo volvimos a hacer pero esta vez fue mejor que la anterior, su ritmo era mas acelerado y el mío también, sus besos eran apasionados y sus abrazos eran fuertes. Sentía su respiración acelerada y en mi boca notaba sus afilados colmillos. No quería que ese momento terminara nunca.
-Te quiero…mucho…-me dijo dándome un beso en la frente.
-Te quiero.-le respondí.

Casi íbamos a entrar ya en diciembre y estábamos con las semanas llenas de exámenes y no teníamos casi tiempo libre, por lo menos yo, que no tenia la ventaja de mis amigos que no dormían nunca en cambio debía dormir o de lo contrario no rendía bien en las clases.

miércoles, 24 de junio de 2009

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CAPITLO 5

Era difícil de creer, estuvimos hablando todos durante horas, no se ni las que estuvimos hablando. Me contaron lo difícil que era para ellos poder llevar una vida normal…era así imposible…estaban en ese internado porque era el lugar más apartado de la ciudad y por que el clima de allí era ideal para ellos, poco sol, muchas lluvias…cuando hacia buen tiempo no podían salir al exterior su piel se llenaba de manchas rojas, lo que alarmaría a las demás personas, la luz del día les resultaba molesta por lo que debían llevar gafas. El mito de que las estacas los matasen eran totalmente falsas, tan solo los dejaba paralizados, la plata no hacia ningún efecto sobre ellos al igual que los ajos y los crucifijos, todo eso eran cuentos de viejas. No comían, no dormían y no envejecían. La leyenda de que perdían el alma aún no sabían si era cierta o no…a veces no sentían nada y otras tenían sentimientos como todos los demás. Todas sus familias eran vampiros y formaban parte del clan de vampiros civilizados, un clan muy pequeño que tenia varios enfrentamientos con los que vivían apartados y se alimentaban de personas. También tenía otros enemigos y era los que se dedicaban a cazar vampiros, eran unos seres poderosos que cazaban vampiros por que creían que eran seres que no debían existir en la tierra, cazaban incluso a los que estaban civilizados y no se alimentaban de personas, parece ser que era una secta que procedía de la iglesia católica, esta misma no sabía de su existencia.
Si mi vida ya había cambiado por completo al irme lejos de mi casa a un internado alejado de la mano de Dios…ahora había cambiado aún más, mis dos mejores amigas eran vampiros y el chico que me gustaba y sus dos amigos también lo eran…creía que de un momento a otro me despertaría y todo habría sido otro de esos sueños extraños que tengo…pero no lo era …esto era real y todos ellos eran vampiros de verdad…hasta ahora sólo estaba acostumbrada a verlos en las películas, en las series y en algún libro pero ahora mismo estaba ante un grupo de miembros de un clan de vampiros y que eran mis mejores amigos. Por un lado estaba asustada...-a todo el mundo le asusta estar ante un montón de vampiros- por otro lado estaba maravillada con todo esto...-es algo que no se ve todos los días-y por otro lado una parte de mi quería pertenecer a ese clan…a ser como ellos…ser joven eternamente, ser fuerte, rápida, inteligente…quería ser una vampiro. Mucha gente pensaría que estoy loca al querer morir y convertirme en una criatura de la noche y perder a mi familia, pero yo no perdería a mi familia autentica porque ya la había perdido hacia mucho tiempo, perdería a las buenas personas que se han ocupado de mi durante 13 años.
Pero por otra parte no quería serlo por cosas tan simples como no volver a comer nunca más la paella tan deliciosa que hacia mi abuela los domingos, no poder tomar el sol y no poder dormir nunca más, con lo que a mi me gustaba dormir…Los cinco vampiros estaban ahí de pie mirándome fijamente sin mediar palabra. ¿Qué pasaría ahora con Guille?...el era un vampiro…si yo nunca me convertía en uno de ellos no podríamos llevar una relación, además sólo podríamos salir por la noche, no podríamos ir a cenar como hacían las demás parejas…era todo tan complicado…era todo un mar de dudas…mi cabeza estaba llena de preguntas la mayoría sin respuesta.
Vi como Guille le decía algo al oído a María y esta les hacía una señal a los demás para que salieran de la habitación.

-Aun no te lo crees ¿verdad?.-me dijo Guille
-No lo se…creo que todo esto es un sueño de los míos y pronto despertaré-
-Pues siento decepcionarte…pero no lo es…-
-¿Cuántos?...¿cuantos años eres vampiro?-
-mmm…es una historia muy larga.-
-Tengo todo el tiempo del mundo para escucharte.-
-Esta bien…todo ocurrió hace un año…-
-¿tan poco?...Ja, ja, ja…creía que tendrías como mínimo 100 años…ja, ja ,ja-
-No…siento decepcionarte de nuevo…Ja, ja…bueno como iba diciendo todo ocurrió hace 1 año…iba con mis padres y mi hermano en el coche a plena noche cuando de repente dimos dos vueltas de campana…mis padres murieron en el acto…de entre la oscuridad salieron dos sombras…dos personas nos estaban mirando…a mi y a mi hermano nos quedaban horas de vida, estábamos muy graves, ellos nos sacaron del coche y nos decían a cada momento que no tuviéramos miedo, al vernos tan graves nos volvieron a pedir que no tuviéramos miedo y nos dijeron que eran vampiros…yo…yo estaba medio inconsciente y lo único que recuerdo es un fuerte pinchazo en el cuello, después de eso…yo y Javier éramos vampiros, los que nos salvaron son nuestros actuales padres.-terminó de contarme la historia, en su voz se notaba tristeza aunque…no estoy muy segura si los vampiros tienen sentimientos.
-y vosotros…¿os alegráis de ser vampiros?-mi pregunta era un poco de cotilla pero lo quería saber.
-por una parte si porque nos han tratado como a sus propios hijos, nos han educado como es debido…-
-pero…¿Cómo lo hicieron para poder haceros pasar por sus hijos?-
-yo y mi hermano en realidad ya tenemos los 18…desde hace un año…así que fue fácil…tan sólo vivimos con ellos…llevamos nuestros apellidos anteriores, todos saben que mis padres murieron en un accidente de coche pero no saben que nosotros íbamos en el…y ellos se encargan de pagarnos el internado.-


-Creo que debes de saber algo más…-me dijo
-¿El que debo de saber?-
-No quiero que te acerques a Ernesto…-
-¡¡¡¿Qué?!!!-que estaba diciendo??...¿porque no quería que me acercara a Ernesto?
-Es peligroso…el es uno de ellos…-
-¿De ellos?...-
-Si, los cazadores de vampiros…no quiero que te pase nada…no quiero perderte…-su voz sonaba sincera
-No me vas a perder…-¿Qué acababa de decir?, me dije a mi misma que lo mío con el no podía ser, pero esto no salio de mi cabeza, salió de mi corazón.
Me tomó de la mano, me giré y su cara estaba a escasos centímetros de la mía.
-Quiero hacerlo contigo…-me dijo con su tranquilidad habitual
-¿Qué?...¿hacerlo?...¿ahora?...si casi no nos conocemos…y…no se…-iba todo demasiado deprisa pero una parte de mi lo deseaba con todas sus fuerzas.
-Cuando sabes que quieres a una persona de verdad nunca es demasiado pronto.-
No pude aguantarlo mas y me abalancé sobre el, sus manos eran frías y fuertes, noté como sus afilados colmillos se asomaban y sus besos cada vez se hacían mas fuertes e intensos. Notaba como su respiración se aceleraba y sus manos acariciaban mi pelo. Me tumbó sobre la cama y se puso encima mío, cada vez mi corazón iba mas acelerado y actuaba por instinto, sin pensarlo dos veces le quité la camiseta, al mismo tiempo el me quitó la mía, sentía como me mareaba y sudaba, estaba temblando. Me miraba fijamente con los colmillos asomándole y noté como empezaba a entrar en mi…di un leve grito…se dio cuenta de que era mi primera vez y fue mas despacio, el dolor iba desapareciendo poco a poco y se fue convirtiendo en un verdadero placer, pensé como sería que me mordiera…
-Si me mordieras…¿Qué pasaría?-
-Depende de cómo te muerda…si tengo hambre te mataría…si sólo es para mantenerme fuerte te debilitaría un poco y luego te podría morder para convertirte…-
-No quiero que me conviertas…pero…muérdeme.-lo dije sin pensar
-Podría matarte…-
-No lo harás…muérdeme…-
Y así lo hizo…sentí un leve pinchazo que agradecí que viniera acompañado por un orgasmo…creo que nadie podría superar a un vampiro en cuanto se refiere a vida sexual…me quedé débil pero satisfecha y feliz por haberlo hecho con el.
-Te quiero Aroa…-
-Y yo…-y era verdad

lunes, 22 de junio de 2009

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CAPITULO 4

Al cabo de un rato de estar paseando por el bosque pero de repente una fuerte lluvia nos hizo retroceder en dirección al colegio rápidamente. Íbamos corriendo y a mi ya me faltaba el aliento pero para mis amigos es como si estuvieran andando porque no estaban sofocados ni ahogándose como yo lo estaba, Guille se detuvo frente a mi mirándome.
-¿no puedes mas?-su voz no sonaba nada fatigada.
-no…no pue-do…-dije casi sin voz, notaba que mi corazón se iba a salir de un momento a otro por mi garganta.
Cuando me di cuenta todos habían desaparecido.

-¿Dónde están todos?-
-han seguido corriendo.-me dijo
-¿Cómo?...corren muy rápido…y tu no pareces muy cansado para haber corrido tanto tiempo…-
-¿Qué quieres decir con eso?-me dijo
-nada…no se…lleváis gafas de sol cuando salís fuera, cuando hace buen tiempo mis amigas nunca quieren salir al exterior y me ponen la excusa de que quieren estudiar, cuando alguna noche me e levantado ellas no estaban en clase…ayer apareciste de entre la oscuridad y luego mirabas de una forma extraña hacia los árboles…y no se nunca os veo…no se es que es extraño…además tienes las manos muy frías…-pensaba que de un momento a otro se iba a echar a reírse de mi y me iba a llamar loca.
-bueno..creo que ha llegado el momento de hablar…pero no aquí..volvamos al colegio con los demás y lo hablamos.-
-hablar…si eso…eso esta bien…-murmuré
Fuimos caminando a paso ligero y en silencio hasta llegar al colegio.¿de que querrían hablar todos conmigo después de decirle eso?

-si que habéis tardado?-dijo Anne
-si que habéis corrido-le contesté yo
-no será que os habéis quedado por ahí un poco distraídos y nos habéis perdido de vista.-dijo con tono burlón Javier
-Ja, ja, ja…eso será…-dijo Enrique
-bueno…tenemos que hablar todos…-dijo Guille
-¿todos?¿por que?-dijo María
-tenemos que hablar…ella nos ha descubierto…-volvió a decir Guille
-¿descubierto?...-dije casi en un susurro
-si Aroa…nos has descubierto…vayamos a vuestra habitación a hablar sobre este asunto…creo que como amiga nuestra que eres ha llegado el momento de que te enteres de lo que somos…¿no?-me contestó Guille
-si creo que es una buena idea.-dijo María

¿De que querían de que me enterara?, ¿que eran ellos?...eran mis amigos pero una parte de mi tenia miedo…¿Por qué tanto misterio?...una sensación extraña se apoderó de mi he hizo que casi no pudiera respirar…

Subimos por las escaleras que conducían a las habitaciones. En la parte de abajo estaba el comedor, el salón de actos, la sala de profesores, el despacho del director, las aulas y la biblioteca. En la parte superior estaban las habitaciones, a la derecha estaban las de las chicas y a la izquierda las de los chicos, una planta más arriba estaban las de los profesores.
Llegamos a nuestra habitación. Yo me senté, las piernas no las sentía. Hubo un largo silencio, todos se miraban.

-Bueno…-dijo Guille, hizo una larga pausa.-Como eres nuestra amiga y bueno he creido conveniente que…antes de que descubras todo sobre nosotros y huyas pues… es mejor que te lo contemos nosotros.- dijo Guille, parecía nervioso.
-¿Descubra?...¿huya corriendo??... por favor contármelo ya…¿Qué sois?...-dije impacientada.
-Bueno es difícil de explicar…pero…es que no creo que te lo creas…-dijo Guille, el cual no sabía como continuar de contarme lo que fuera que me querían contar en esa reunión tan extraña. Sus ojos buscaban las palabras apropiadas para continuar hablando.-Somos…uf!!!...vampiros…-terminó al fin.
-¡¿Qué?!...es una broma…no…no, eso no existe…-dije desconcertada
-No es ninguna broma Aroa…-me dijo María
-Es que es difícil de creer…- justificó Enrique.
-Por favor Aroa…créeme…-dijo Guille mirándome a los ojos, parecía realmente sincero.
-es que…es difícil de creer…¿Cómo podéis llevar una vida tan normal?-
-Durante siglos los de nuestra especie se han alejado de los humanos y sólo se relacionaban con ellos cuando necesitaban alimentarse, pero poco a poco algunos hemos conseguido caminar entre humanos y alimentarnos de animales consiguiendo llevar una vida bastante normal.-
-Seguirás siendo nuestra amiga??-dijo Anne
-claro que lo seguiré siendo.-dije

domingo, 21 de junio de 2009

FRIA OSCURIDAD

CAPITULO 3

La luz del día que entraba por la ventana me despertó, agradecí no haber tenido el sueño que me atormentaba, el cansancio hizo que no lo tuviera. Me levanté de un salto, María y Anne ya se estaban vistiendo y eso que no había sonado aun el timbre, me sorprendió verlas ya levantadas, creía que había sido la primera. –Que pronto os habéis levantado, ¿no?.-les dije.-Si, parece que ninguna de las tres podíamos dormir más.- me contestó María con una sonrisa.
Me fui al baño para darme una ducha, luego me vestí y bajé abajo al comedor, María y Anne me estaban esperando para desayunar en la mesa de siempre, la que estaba al lado de la puerta.
Hoy teníamos el día libre, así que nos podíamos ir a casa o quedarnos en el internado, la verdad es que vivía demasiado lejos para irme todos los fines de semana a casa, así que los pasaba en el internado al igual que María y Anne.
María ya llevaba un año interna así que ya se había acostumbrado, era la hermanastra de Enrique, su madre se había casado con el padre de Enrique. También me entere de que Guille y Javier era hermanos. De Anne sabia que sus padre hacia años que habían muerto y ella vivía ahora con su hermano mayor el cual era jefe de una empresa o algo así me dijo ella y tenia el suficiente dinero para mandarla allí, su historia era algo parecida a la mía , mis padres no son mis padres biológicos, me adoptaron cuando solo tenia 5 años, justo después de que mi madre muriera, ella trabajaba como limpiadora en esa casa, mi padre nos había abandonado nada más yo nacer, desde los 5 años que vivía con los Franch, son una familia adinerada de Valencia, mi padre actual, Leonardo, es médico, mi hermano, Alberto, es mucho mayor que yo, tiene 26 años y también esta estudiando la carrera de medicina, yo aún no tengo claro lo que quiero ser, médico no será, le tengo pavor a la sangre. Me tratan como a una hija más, mi madre, Marina, es psicóloga, tal vez esa carrera me vaya más, me gusta muchísimo más que lo de ser médico. Fui yo la que quise estudiar en ese internado, aunque estaba lejos de mis amigas, pero también quería recibir una buena educación.
-¿Qué podemos hacer hoy para divertirnos dentro del internado?.-preguntó Anne.-Podríamos dar una vuelta por el bosque, hace frío pero hoy no lloverá.-propuse.-No se yo si es buena idea…y si…-dijo María y se quedó mirando a Anne como pidiendo que la ayudara a terminar la frase.-¿y si nos perdemos?...no podemos correr ese riesgo, es invierno y pronto anochece, además de que si nos perdemos luego nos darán una buena bronca.-finalizó la frase Anne.-¿Por qué íbamos a perdernos?, nos llevamos un mapa y una brújula, salimos luego de comer y volvemos a las seis aquí al internado…¡venga será divertido!.-insistí.-esta bien…pero sería conveniente que nos acompañara más gente…?que tal mi hermano y sus amigos?.-dijo María.-a mi me parece bien.-respondió Anne.-¿y a ti Aroa?-me preguntó María..-si a mi también.-contesté.

Comimos todo lo rápido que pudimos, ni me paré a mirar si María y Anne comían o no, yo sólo pensaba que iba a pasar una tarde entera con Guille en el bosque y esa idea me encantaba, el día había salido nublado pero no iba a llover, me hubiera gustado que hubiera hecho sol.
-Vamos!!¡¡rápido!!, cojamos el mapa…¿lo tenéis todo?-dijo Anne.
-Señor!! Si señor!!.-contestó Javier con tono burlón
-Imbécil…- le contestó Anne.
-venga vámonos antes de que alguien nos pille.-dijo Guille…me gustaba mucho escuchar su voz y con la tranquilidad que lo decía todo.
Tuvimos que esquivar a los “guardias” que vigilaban si algún alumno salía del centro sin permiso además de algunos alumnos y algún profesor que se quedaba allí para dar clases particulares a los alumnos que lo necesitaban. Parecíamos salidos de una película de espías caminando a escondidas por todo el colegio hasta llegar a la parte posterior del patio, Guille, Javier y Enrique empezaron a quitar maderas de delante de una pared de una altura impresionante que impedía que algún alumno la saltara. Cuando quitaron las maderas descubrieron ante los demás un agujero en la pared lo bastante grande para poder pasar por el una persona.-Lo hicimos nosotros cuando llegamos a este internado para poder salir de vez en cuando a dar una vuelta.-dijo Enrique sonriente y orgulloso de si mismo.
Poco a poco fuimos saliendo de uno en uno por el agujero. Nos encontrábamos ya en pleno bosque, un escalofrío recorrió mi cuerpo y se me puso la carne de gallina, me recordaba el extraño sueño que tenía una y otra vez, eso me asustó tal vez no fue muy buena idea ir al bosque, igual hubiera sido mejor pasar una tarde charlando las tres y estudiando dentro del internado que salir al bosque.Ahora ya no había marcha atrás, por una parte me gustaba estar allí ya que estaba Guille, así que me limité a pensar eso y no en el terrorífico sueño que me atormentaba la mayoría de las noches.
-Bien pues ya estamos aquí, a ver hasta donde llegamos.-dijo María
-Va a ser divertido.-dijo Guille
-si, como una excursión.-dije yo. El me miró y me dedicó una pequeña sonrisa, yo se la devolví, noté como me empezaban a arder las mejillas así que miré en otra dirección para que no lo viera nadie y esperar a que se me bajasen un poco los colores.
El sonido del bosque era relajante, se podían oír los pájaros, el sonido de todos los animales del bosque, daba paz y tranquilidad, ningún ruido extraño que nos pudiera asustar y hacer que yo volviera a sentir ese escalofrío recordando el sueño. Empezamos a andar por el frondoso bosque, era hermoso y más cuando Guille estaba en el. Me miró y se acercó a mi, otra vez volví a notar que me subían los colores así que respiré relajadamente y me tranquilicé.
-Ha sido una buena idea venir aquí…-me dijo
-si la verdad es que si, al principio Anne y María no quería…-le contesté
-pero al final as sabido convencerlas…muy bien…hacía tiempo que no hacía una excursión.-y echó una pequeña carcajada.
Cada vez estaba mas feliz de estar allí…era perfecto estar allí…el era perfecto, sus ojos, su sonrisa, su cabello, no podía parar de mirarlo.
Noté como me cogió del hombro…otra vez ese ardor en mis mejillas, ahora acompañado de un cosquilleó en el estomago. Me apretó fuerte con su brazo y me miró.
-como me alegro de estar aquí.-me dijo en vos baja
-y yo…-le respondí también con voz baja y casi sin respiración.

jueves, 18 de junio de 2009

NUEVO CAPITULO

CAPITULO 2

Mis amigas la verdad es que me resultaban muy raras…casi no comían y lo que se llevaban a la boca ni me daba cuenta de que se lo habían comido, pero el caso que no soy nadie para juzgar a nadie, seguramente yo también soy algo rara así que no sabia como de rara les parecía a mis amigas, todos tenemos cosas raras y no debemos juzgar a los demás por ser distintos a nosotros o por lo menos es lo que me habían enseñado a mi.

Un día me quedé sola en la habitación porque no bajé a cenar ya que me había levantado ese día con el estomago revuelto. Me encendí incienso, me puse una música relajante y me dispuse a leer un libro. Al cabo de estar un rato leyendo oí un fuerte ruido que me asustó, no sabía si ir a ver lo que era o no, tal vez sería conveniente que me quedará quieta donde estaba. Volví a concentrarme en la lectura pero volvía oír el mismo ruido, procedía del tejado así que me apresuré a cerrar bien la venta y a correr las cortinas con tal que de esa forma evitar que lo que fuese eso no entrara por la ventana. Cuando me dí cuenta ya no se volvía a oír el ruido extraño así que me calmé y pude leerme con tranquilidad el libro. Poco a poco me dormí con el libro entre las manos. Otra vez tuve el mismo sueño…otra vez ese dichoso bosque, me desperté sudada y cual fue mi sorpresa que mis amigas hoy tampoco estaban en la habitación lo cual me cabreó mucho porque era la segunda vez que lo hacían, bueno la segunda vez que lo hacían que yo supiera tal vez lo habrían hecho otras veces. El caso es que ya me estaba mosqueando esto. A la mañana siguiente me levante sin decirles los buenos días y me vestí rápidamente para bajar a desayunar, ellas tardaron mas, cuando bajaron yo ya había terminado y estaba saliendo del comedor para ir a por los libros.-¿Dónde vas Aroa?.-me dijo María.-a por los libros.- le contesté.-Te veremos en clase!!!.-dijo Anne. No parecían molestas en absoluto por mi comportamiento. De camino a mi habitación tropecé con Ernesto.-Hola Aroa.-me dijo con una sonrisa, al parecer no recordaba o no quería recordar la conversación del día anterior.-Hola Ernesto.- le contesté.-¿Dónde vas?-todos querían saber donde iba.-A por los libros-.Ah vale…yo voy abajo, te veré en clase. Adiós.-dijo.-Hasta ahora.- De lejos pude ver como Guille y sus dos amigos, Enrique y Javier, estaban hablando en círculo sobre algo que no podía captar por la distancia aunque parecían un poco tensos los tres.

A la hora del descanso María me preguntó porque estaba tan rara desde esa mañana, le conté que me había despertado a mitad noche y que por segunda vez había visto que no estaban en la habitación, ellas se excusaron que era porque no les gustaba ir solas al baño, lo cual me resultó una buena excusa así que no le quise dar mas importancia en realidad era una tontería. Esa noche ya no me desperté por el sueño, aunque seguía teniéndolo, era como si mi mente si hubiera obsesionado con ese maldito sueño. Sin darme cuenta ya era el día de la fiesta de Halloween. La verdad es que muchas ganas de fiesta no tenia a causa del cansancio acumulado los demás días. La fiesta empezó con una pequeña broma, apagaron todas las luces del salón donde estábamos todos, un tópico de todas las fiestas de Halloween, apagar las luces para que la gente se asuste y grite. Después del gran caos que hubo encendieron las luces y todos nos sentamos a cenar, como siempre mis amigas casi no cogían comida y la poca que cogían era vista y no vista, empezaba a pensar que la rara era yo y no ellas, me costaba mucho comer y eso que empezaba antes que ellas, mientras yo había empezado a comer ellas hablaban y me miraban hasta que ya me había comido la mitad del plato y era ahí cuando empezaban a comer, aunque yo no las viera. La fiesta empezó con una actuación de un grupo de rock formado por algunos alumnos de allí, luego le siguieron otras actuaciones, en algunas bailaban y en otras también tocaba algún grupo.
Todos íbamos disfrazados, esos disfraces que tanto nos habían costado hacer, pero que al fin llevábamos puestos. María llevaba un vestido largo y negro con las mangas de murciélago y una máscara plateada, la verdad le había quedado muy bien el disfraz, Anne llevaba un vestido que le llegaba por las rodillas de color blanco y de tirantes y con una máscara color azul celeste. El mío era negro con acabados dorados y llegaba hasta las rodillas, llevaba mangas largas y con una máscara dorada. Guille estaba como nunca lo había visto parecía un dios, llevaba un traje con una capa y una máscara negra, el pelo se lo había peinado hacia atrás y estaba mas guapo que nunca. A Ernesto no lo había visto en toda la noche lo cual me extrañó mucho.
Todos empezaron a bailar y como que yo no tenía muchas ganas así que me fui a dar una vuelta por el colegio, la verdad es que a esas horas de la noche nunca me había dado un paseo por allí y la verdad es que tenía un aspecto de película de terror. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y empecé a andar más deprisa sin apenas darme cuenta. De repente una sombra salió de la oscuridad, di un fuerte grito y me quedé inmóvil.-¿Aroa?-dijo la voz del extraño.-¿Qué haces por qui?-me volvió a preguntar. Se fue acercando a mi y cual fue mi sorpresa que la extraña sombra era Guille.-Eh..mm.-balbuceé.-es que no tenia ganas de estar ahí dentro así que e ido a dar una pequeña vuelta.-conseguí decir.-a mi tampoco me apetecía mucho estar ahí dentro,¿ te vienes fuera un rato a hablar?.-me preguntó con su hermosa voz.-si claro.-le contesté.

Fuimos dando un largo paseo por el exterior en silencio, sólo nos iluminaba la luz de la luna llena, de lejos se oía la música de la fiesta, hacía bastante frío y empecé a temblar, el se me quedó mirando, se quitó la capa que formaba parte de su disfraz y me la puso sobre lo hombros.-Gracias.-le dije en voz baja.-No hay de que.-me contestó con una amplia sonrisa.-¿No tienes frío?-le pregunté.-No, yo nunca tengo frío.-me contestó.-Pues que suerte, yo siempre tengo frío.-no me podía creer que nunca tuviera frío eso era imposible, estábamos a 31 de octubre a punto de entrar en uno de noviembre, hacía un viento helado y el no tenia frío.-¿cómo es que en todo el curso no hemos hablado casi?-me preguntó con una sonrisa hermosa.-No lo se.- es verdad no lo sabia, solo deseaba hablar con el y nunca lo había hecho hasta hoy.-Pues deberíamos hablar mas.-me dijo.-si…es verdad.-le contesté.-así nos conoceremos mejor, ¿no?.—Si claro…-le contesté con una sonrisa, el me la devolvió. De repente se quedó callado mirando hacia los árboles con los ojos bien abiertos me miró y me dijo-deberíamos entrar dentro con los demás allí hace menos frío además tus amigas puede que se preocupen al no verte.-me quedé mirándolo por la expresión de su cara, como de preocupación , ¿Qué habría visto entre los árboles?.-vale, de acuerdo vamos dentro.-le contesté.
Entramos al salón.
¿dónde estabas?-me pregunto María con cara de preocupación.-Había salido un rato a tomar el aire con Guille-le contesté.-nos habíamos preocupado al no verte.-me dijo Anne un poco enfadada.-Lo siento, os tenía que haber avisado.
Otra vez vi esa mirada, pero esta vez no era la misma persona de antes, era la cara de Anne pero con la misma expresión que había hecho antes Guille, su mirada se dirigía hacia la puerta, me di la vuelta y vi entrar a Ernesto. Anne me dijo-ven con nosotras, ¿no?.—si ahora iré-le contesté.-vale pero no tardes, casi no has estado con nosotras.-me dijo María, no entendía porque miraban así a Ernesto, tal vez no les caía bien aunque no se porqué.
-¿Dónde has estado?-le pregunté-Aquí,¿dónde sino?-me contestó-Pues terminas de entrar por la puerta del salón-le contesté con un tono de enfado, porque en toda la noche no lo había visto.-No…jajajaja…acabo de venir del baño, he estado toda la noche aquí.-me aseguró.-Pues…entonces…¿Cómo es que no te he visto?.—No se, la verdad, bueno ahora ya me estas viendo ¿no?.-me dijo con una sonrisa que le llenaba toda la cara.-si es cierto…te veo…bueno me tengo que ir les prometí a mis amigas que iría ahora luego.-le dije ya que vi como mis amigas me estaban observando.-si…claro, ve con ellas, ya nos veremos luego.-me dijo mirándolas también fijamente.-si claro, ya nos veremos.-La verdad es que no entendía porque miraban así mis amigas a Ernesto y mucho menos porque Guille cuando habíamos estado fuera miraba del mismo modo hacia los árboles y tubo tanta prisa por entrar dentro…igual que mis amigas…también se pusieron algo nerviosa insistiendo que fuera con ellas cuando vieron aparecer a Ernesto.

Fria Oscuridad

PRIMER CAPITULO

Me desperté de un sobresalto…el ruido ensordecedor del despertador había hecho que diera un gran salto de la cama. Después de recuperarme del sobresalto me incorporé para empezar a vestirme, hoy era el primer día de clase…empezaba un nuevo curso en un nuevo colegio…

Llegué a un gran salón y allí estaba el director, un señor de unos 40 años, no muy alto, con barba y moreno.-el salón ese es en el que daban la bienvenida…como en casi todos los demás colegio lo que pasa que aquí lo hacían todo un poco a lo grande.
La verdad es que el instituto no estaba nada mal, estaba a las afueras de la ciudad y detrás tenía un frondoso bosque, los alumnos nos quedábamos allí a dormir, era una especia de internado, nos teníamos que levantar a las 6 de la mañana porque las clases empezaban a las 7 y media, un verdadero asco…en cada habitación dormíamos tres o cuatro alumnos, teníamos una biblioteca, un campo de futbol, otro de baloncesto, una cafetería que tenia una mesa de billar, un salón de actos en el cual también hacían actuaciones en fin de curso y una piscina.

-¡hola¡, ¿eres nueva?- me dijo una voz a mis espaldas, me giré para ver quien era. Era una chica alta, de piel clara, pelo castaño y ojos color miel. - hola. Si , soy nueva, ¿por?-dije extrañada.-yo también soy¡¡¡¡¡¡¡¡. Yo me llamo María-me dijo con un amplia sonrisa. –pues encantada, yo soy Aroa.-

Las dos hablamos durante un buen rato. Mientras hablábamos mi atención se fue hacia otro lado, un chico alto, de piel clara, de un pelo castaño oscuro y ojos marrón oscuro iba andando con otros dos chicos mas también de las mismas características, pero el era diferente, tenía algo que me atraía hacia el, algo que no comprendía.


A la hora de que nos dijeran las habitaciones tuve mucha suerte ya que me tocó con María y con otra chica.-Hola- dijo ella con una voz tímida.-Hola-le contestamos las dos a la vez.-¿Cómo te llamas?- le dije para conocerla mejor , estaba segura de que nos íbamos a llevar bien.-Anne- dijo ella.-¿ Y vosotras?-.-Yo soy María y ella es Aroa-.-Pues encantada de conoceros-.

Estuvimos hablando las tres un buen rato de porque estábamos allí y lo que nos gustaba. Las tres íbamos a ir a la misma clase así que eso me pareció genial ya que me habían caído muy bien y de esa forma ya conocería a alguien de la clase.

A la mañana siguiente sonó el timbre para levantarnos e ir a desayunar, por cierto un timbre espantoso, parecía que estuvieran matando a alguien. Nos levantamos las tres con caras de muertos vivientes, pues casi no dormimos la noche anterior porque no hicimos otra cosa que hablar. Bajamos al gran comedor y allí desayunamos, en el comedor también estaba ese chico que me había distraído durante un buen rato el día anterior, ka verdad es que no me cansaba de mirarlo, destacaba entre todos los demás chicos. Creo que se dio cuenta de que lo estaba mirando así que hice como si estuviera mirando otra cosa.

Llegamos a la clase, cual fue mi sorpresa que el estaba allí. Mierda pensé por mis adentros, así no podrían prestar toda la atención que quería a las clases así que intenté sentarme con mis amigas lo mas lejos que pude de el.

La clase era un caos, bolas de papel volando por los aires, gente corriendo…
Habían dos chicos que solo hacían que molestar se llamaban Sebas y Alex.
También había un chico muy callado que no hablaba con nadie, se llamaba Ernesto.
Ernesto era un chico tímido, y callado, de piel pálida, ojos marrones y de pelo rubio, tan rubio que tenía un brillo espectacular. No hablaba con nadie, tan solo se dedicaba a estar estudiando y leyendo algún libro.

Lo único que averigüé de el es que se llamaba Guille y que siempre estaba con los otros dos chicos de los cuales aún desconocía el nombre.


Ya había superado el primer día de clases y con éxito, me había enterado de todo y los profesores parecían bastante buenos, también los alumnos lo cual me alegró, pero con las que mejor me llevaba era con Anne y María, con Ernesto también pensé que me llevaría bien, se le veía simpático y muy dulce, no se me daban ganas de abrazarlo y tosas compartíamos la misma opinión.

Salimos fuera al descanso, era un día nublado y hacia frío para estar en el mes de septiembre y según me dijeron en pleno invierno no podemos salir fuera ya que seguramente nevaría o habrían muchas lluvias, debía de acostumbrarme al clima de la montaña. El caso es que aún haciendo este tiempo me fije que mis amigas llevaban gafas de sol y lo que me pareció mas curioso es que Guille y sus dos amigos también las llevaran.-¿Por qué lleváis gafas de sol?-después de unos segundos los cuales a mi me parecieron una eternidad me contestaron-Yo las llevo porque me molesta la claridad de la mañana-.dijo María.-Yo las llevo por llevar , mas que nada porque me gustan.-dijo Anne, esa explicación me resulto bastante razonable. Y ya no le di mas importancia.

El día pasó bastante rápido. Y llegó la oscura noche. Yo no podía dormir, sólo pensaba en como lo haría para acercarme a Guille, ¿con que excusa?, era un compañero de clase así que podría ser por cualquier cosa, pero no se me ocurría absolutamente nada…nada…mi mente no estaba por la labor así que opte por dormirme. Un sueño extraño me despertó. Yo estaba en el bosque y de repente algo saltaba sobre mi…luego nada…no pasaba nada…mi mente se quedaba en blanco y me despertaba. Lo soñé noche tras noche, me levantaba iba a clase, estaba con mis amigas, hablaba mas con Ernesto e incluso intercambie algunas palabras con Guille, hasta ya sabía como se llamaban sus dos amigos, Enrique y Javier, sin darme cuenta ya había pasado un mes.

Los profesores nos propusieron para este mes la fiesta de Halloween, se celebraría el último día de esta mes y harían una gran cena en la cual los alumnos que quisieran podían hacer algún numero musical y todos debíamos ir disfrazados, por supuesto no habría alcohol y a la 1 se habría terminado la celebración. Los alumnos además de estudiar y hacer exámenes debíamos de trabajar en la decoración y en los disfraces para ese día. Yo estaba agobiada por ese ajetreo y al parecer María y Anne también lo estaban. No teníamos casi nada de tiempo libre y cuando llegaba la noche no tenia nada de ganas de hablar. Un día a mitad de la noche me desperté y me di cuenta que mis compañeras de cuarto no estaban en sus camas así que pensé que se habrían ido al baño juntas o que no tenia sueño y para no despertarme se habían ido a otro lugar a hablar. El día siguiente transcurrió con normalidad. Luego de las clases Ernesto me dijo si quería ir a estudiar a la biblioteca y yo le dije que si.-¿Sabes hacer el ejercicio de la página 18?-le pregunté.-No , no lo entiendo muy bien la verdad…- luego de terminar los ejercicios nos fuimos a la cafetería a tomarnos algo y hablar de nuestras cosas.-¿te puedo hacer un pregunta?-me preguntó Ernesto.-Si, claro, ¿Por qué no?-¿A ti te gusta Guille verdad?-su pregunta sonó con un tono un poco serio…me quedé callada…se había dado cuenta…eso quería decir que no lo disimulaba mucho.-Si…-dije.-¿Qué le ves?.-dijo el con el mismo tono de voz de antes.-bueno…no es que me guste mucho solo me parece atractivo y ya está.-no sabía que más decirle, era algo que a el en verdad no le importaba mucho lo que yo le viera a Guille.-Ah…vale..bueno me tengo que ir que me quiero duchar. Adiós.-dijo.-Adiós.- le contesté aunque no sabia si me habría oído muy bien ya que casi no me salían las palabras al ver su reacción, era como si le molestara que me gustara Guille. El resto del día lo pasé con María y Anne. Por la noche volvía a tener el extraño sueño del bosque pero esta vez no me desperté hasta la mañana siguiente.