martes, 22 de septiembre de 2009

capitulo 4

CAPITULO 4

Pero la tranquilidad no duró mucho. De entre las sombras surgieron los dos vampiros, sus ojos era rojos, estaban sedientos de sangre.
-Iros de aquí, este es nuestro territorio.-Dijo Enrique, se suponía que cuando un vampiro le decía a otro vampiro que ese era su territorio, este debía irse a buscar otro territorio, pero estos no hicieron caso.
-Nosotros no hacemos caso a vampiros como vosotros que os alimentáis de animales, queremos este territorio y va a ser nuestro.-dijo uno de ellos
-Pues también tendréis que luchar contra nosotros.-dijo David acompañado de Erick, de Julia y de otro licántropo.
-Y de nosotros.-dijo Ernesto
-Licántropos, vampiros y cazadores juntos, ¿Qué mierda es esto?-dijo el otro vampiro, el más bajito.
Los dos vampiros estaban rodeados o se iban o morirían, y eso lo sabían, eramos demasiados y ellos era muy pocos, solo esperaba que se fueran y que mi premonición no se cumpliera y no atacaran a nadie.
-De acuerdo, nos vamos, este territorio ya esta bien ocupado por lo que veo.-dijo el vampiro más alto. No nos fuimos del bosque hasta que desaparecieron, nos debíamos de asegurar de que se iban de verdad.

Sólo quedaban tres días más de clases y ya habríamos terminado el curso, un curso en el que descubrí que todo lo que creía que sólo existía en los libros era real. Estos tres últimos días pasaron rápidos y aprobé todos los exámenes, tenía el curso aprobado, pero estos meses que quedaban del año era los últimos que estaría con mi familia, luego debía irme, debía celebrar mi cumpleaños de 19 como si tal cosa, lo normal seria que en el curso que estaba tuviera 18 pero es que repetí un año, mi cumpleaños era el 30 de Agosto, debía fingir que cumplía 19, cuando yo sabía que siempre iba a tener 18, era lo único que me dio pena , que ya nunca tendría cumpleaños, ni tomaría el sol, ni comería la paella de mi abuela, toda mi familia moriría y yo seguiría viva. Eso era la parte mala de ser vampira, de ser una no-muerta, de ser una hija de la noche, una chupasangre…
Al menos siempre tendría a mi lado a Guille, pero nunca tendríamos hijos, a no ser que convirtiéramos a alguien, de ese modo pasaría a ser nuestro hijo, yo era la novia de Guille, pero para los vampiros era como su hija.
Por lo que me dí cuanta, habían tres clases de vampiros, los antiguos, que eran horribles criaturas, los que se alimentaban de humanos y nosotros, que nos alimentábamos de animales.
La penúltima noche que pasaba e el internado, la pasé con Guille, terminamos agotados después de dos horas seguidas de sexo, otras parejas acostumbran a fumarse un cigarrillo después de hacerlo, nosotros teníamos un botella de sangre, nos la terminamos enseguida.

Al día siguiente el internado estaba de fiesta y no hicimos nada, a las cinco de la tarde venían a recogernos nuestros padres, así nos daba tiempo de hacernos las maletas.

Decidimos que después del verano hablaríamos sobre irnos a otro lugar a vivir, habíamos pensado en Francia o Italia, uno de esos dos lugares sería nuestra próxima casa, pero de momento nos quedábamos en España.

Y se hicieron las cinco de la tarde, las puertas del internado estaban llenas de coches con los padres de los alumnos que venían a buscar a sus hijos. Pude ver el coche de mi hermano, vino el a buscarme, le di un fuerte beso a Guille y me despedí de los demás.
-Hola hermanita, ¿Qué tal estos último días?-
-Unos vampiros vinieron a visitarnos.-
-¿Qué querían?-
-Quedarse en el bosque. Les dijimos que era nuestro territorio y se fueron, no es plan de que se queden aquí, habrían muchas muertes…se alimentan de humanos.-
-Vaya…vosotros os iréis de aquí ,¿no?.-
-Si, cuando termine el año…-
-¿Puedo ir con vosotros?-
-¿Y tu trabajo?-
-Necesitareis un médico alguna vez, sobretodo si van Ernesto y César, ¿no?-
-Si…Tienes razón.-

El resto del camino lo pasamos en silencio escuchando la música del CD de mi hermano, sonaban canciones de evanecense, paramore, la oreja de van Gogh y muchas otras, que a mi me gustaban, mi hermano y yo teníamos un gusto musical muy parecido.

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