domingo, 1 de noviembre de 2009

nuevo capitulo despues de muxo tiempoo

CAPITULO 8

-La verdad es que si…no se como os lo vais a tomar…-
-Venga dilo ya.-dijo Iris
-El caso es que ya no tengo ni frío ni calor, no duermo, no como…bueno si que como pero…-
-Oh…creo que ya se que nos quieres contar.-dijo Úrsula.
-(suspiro)…estoy muerta…soy una vampira…-
Las dos se quedaron calladas…Iris tragó saliva y dio un fuerte suspiro.
-¿Por qué te has convertido?-preguntó Úrsula.
-Elia…-
-¿Qué pinta aquí Elia?-dijo Iris
-Era una bruja muy poderosa y la única forma de acabar con ella era que yo me convirtiera en un vampiro.-
-¿Esta muerta?-preguntó Úrsula
-Si. Me tengo que ir…-
-¿Por qué?-preguntó Iris
-Tengo hambre y cuando tengo hambre soy algo peligrosa.-
-Oh, esta bien…ya nos vemos mañana.-dijo Úrsula.
-Vale…adiós.-les dije
-Adiós.-dijo Iris
-Hasta mañana.-me dijo Úrsula.

Me fui de su casa y empecé a deambular otra vez por las calles, en realidad no tenia hambre pero quería evitar un interrogatorio, sabía que empezarían a preguntarme un montón de cosas y no tenía muchas ganas.

Me encontraba en medio de una gran plaza, en un banco vi a una chica sentada y llorando, me sonaba bastante, pero no sabía quien era, me acerqué hasta verla de cerca, vaya…otra vez la misma chica, ¿Qué hacía ahí?.

-¿Otra vez sola?...¿quieres que te maten?-
-No…-dijo sollozando.
-¿Entonces?...-
-No quiero estar en mi casa.-
-¿Por qué?-
-Vivo sola con mi padre y mi padre…es…-y empezó otra vez a llorar.
-¿Ayer también tratabas de escaparte?-
-Si…-
-¿Pero por que?-
-Mi padre…es un borracho, desde que lo dejó mama para irse con uno más joven…y…me maltrata…-
-¿Quieres que lo mate?-lo decía enserio era mi instinto, tenía ganas de matarlo de veras, sobretodo al ver el moratón que llevaba ella en la mejilla.
-No…quiero irme bien lejos de el…-
-No puedo ayudarte con eso.-
-Si puedes…puedes llevarme bien lejos, puedes hacerme desaparecer…y lo sabes.-
-Aún no soy capaz, pero tengo otra forma de ayudarte.-
-¿Cuál?-
-Ves a la policía.-
-No…no me creerían…-
-¿Por qué?-
-Por que estoy fichada, siempre he sido muy problemática.-
-Bien…eh…¿Cómo te llamas?...aún no lo se.-
-Elena.¿Y tu?-
-Aroa.-
-Aroa, necesito ayuda y tu eres la que me va ayudar, es el destino, tu eres mi salvadora.- Vele esta chica estaba totalmente pirada.
-¿Pero que?-
-Aroa, yo creo mucho en todas estas cosas y me eché las cartas y me dijeron que alguien especial iba a ayudarme con mis problemas, tu eres especial, no eres humana y ayer me salvaste.-
-Entonces que se supone que debo hacer?-
-Llevarme contigo.-
No sabia si creerme lo que decía Elena, era todo muy raro…podría ser alguien que quisiera matarme, como otros muchos o una cazadora, pero también podría ser verdad y necesitar de veras mi ayuda, no sabía que hacer.
-Esta bien, puedes venir conmigo, pero no a mi casa, se donde puedes estar bien.-
Llamé a mi hermano al movil.
-¿Qué quieres Aroa¿?-
-Necesito tu ayuda urgentemente, ¿Dónde estas?-
-Ocupado.-
-Vale ya te e entendido, pero de verdad que necesito tu ayuda.-
-¿Dónde estas? Y voy allí.-
-Ven a buscarme a casa.-
Me fui con Elena hasta la puerta de mi casa, a los cinco minutos apareció Alberto con su Audi R8 de color plateado y que tanto me gustaba.
-¿Qué querías?- yo señalé a Elena-¿Quién es?-
-Elena, según dice yo soy una especia de salvadora suya y dice que ahora necesita mi ayuda.-
-¿Y como sabemos que no nos está mintiendo?-
-Yo no estoy mintiendo.-dijo Elena-necesito vuestra ayuda de verdad, lo prometo, no voy a haceros nada.-
-¿Y donde quieres que os lleve.-
-A casa de Guille.-

Nos llevó hasta casa de Guille, no tenía miedo a despertarle ya que el no dormía al igual que yo y que el resto de los vampiros.
Llamé al timbre, se abrió la puerta antes de que terminara el sonido que producía el timbre y apareció su madre, era una mujer realmente guapa, con un cabello largo y de color rojizo, sus ojos eran de color miel y eran grandes, su piel era aún mas blanca que las de los demás vampiros, más que la mía propia y eso que antes de ser una vampira ya la tenía blanca.
-Hola tu debes de ser Aroa.-dijo con su voz casi angelical, era una voz suabe.
-Si.-
-Yo soy Sofía, la madre de Guille y de Javier, ¿Quiénes son tus amigos?-
-Mi hermano y Elena, de ella quiero hablaros.-
-Hermanita yo me voy, adiós.-dijo mi hermano y se subió en su Audi.
-Pasad, no os quedéis ahí.-
Su casa era muy grande, primero estaba la entrada en la cual había una alfombra de color blanco roto y una lámpara antigua, a la derecha había un pasillo y a la izquierda estaba el salón, al cual me dirigí, en el salón estaban las escaleras que conducían a una planta superior, por la cual bajaron Guille y Javier. Guille vino hasta mi y me dio un pequeño beso.
Del pasillo salió otro hombre con el pelo negro como el carbón y los ojos marrones oscuros que parecían casi negros, debía de ser su padre.
-Hola, soy Rayan, el padre de Guille y Javier.-dijo dándome la mano.-¿tu debes de ser Aroa no?-
-Si.-
-¿Quién es tu amiga?-dijo Javier.
-Ella es Elena.-

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